Una de las decisiones más difíciles que un dueño de mascota tendrá que enfrentar es saber cuándo es el momento de decir adiós. La eutanasia es un acto de amor y bondad, un último regalo que podemos dar a nuestros pequeños seres queridos cuando su calidad de vida se ha deteriorado más allá de lo reparable. Entender el proceso y saber qué esperar puede ayudar a aliviar la carga de esta desgarradora decisión.

El proceso de la eutanasia
La eutanasia es un proceso realizado por un veterinario para permitir que un animal fallezca sin dolor ni angustia. Por lo general, el procedimiento sigue estos pasos:
Sedación: Muchos veterinarios administran un sedante primero, permitiendo que la mascota se relaje y se vuelva somnolienta. Esto ayuda a asegurar una transición tranquila y libre de estrés.
Inyección de eutanasia: El principal medicamento para la eutanasia suele ser una sobredosis de pentobarbital, un barbitúrico que induce rápidamente la inconsciencia y detiene el corazón en cuestión de segundos a minutos. La mascota no siente dolor; más bien, simplemente se adentra en un sueño profundo antes de fallecer.
Últimos momentos: Durante el procedimiento, el animal puede evacuar su vejiga o intestinos, o dar algunas respiraciones profundas reflejas. Estas son respuestas fisiológicas normales y no indican sufrimiento.
Cuidado posterior: Muchas clínicas veterinarias ofrecen servicios de cremación o entierro, y algunos dueños de mascotas eligen llevar a sus animales a casa para un entierro privado en un cementerio de mascotas.
Eutanasia en casa vs. Eutanasia en clínica
Una decisión a considerar es si optar por la eutanasia en casa o llevar a tu mascota a la clínica. La eutanasia en casa puede proporcionar un paso tranquilo en un entorno familiar y libre de estrés, lo cual puede ser ideal para mascotas que son ansiosas o temerosas del veterinario. Algunos veterinarios ofrecen este servicio, mientras que otros pueden referirte a especialistas que se enfocan exclusivamente en la eutanasia en casa.
Para mis chicos, Garfield y Obi, elegí llevarlos a la clínica. Ambos estaban cómodos con los viajes en coche y habían creado un vínculo estrecho con nuestra veterinaria de confianza. No se estresaban en la clínica y sabía que estarían cómodos en ese entorno. Sin embargo, para mis perros, probablemente elegiría la eutanasia en casa.
Es importante discutir tus opciones con tu veterinario y decidir qué es lo mejor para las necesidades individuales de tu mascota. Si tu veterinario habitual no ofrece eutanasia en casa pero consideras que sería la mejor opción, existen servicios especializados dedicados a esto.
¿Cuándo es el momento adecuado? La escala de calidad de vida HHHHHMM
Determinar el momento para dejar ir a nuestra mascota suele ser la parte más difícil. Muchos veterinarios utilizan una Escala de Calidad de Vida para ayudar a los dueños de mascotas a tomar esta decisión. Esta escala, desarrollada por la Dra. Alice Villalobos, asigna una puntuación (del 0 al 10) a diferentes aspectos del bienestar de la mascota. Una puntuación de 35 o más sugiere que la mascota aún tiene una buena calidad de vida, mientras que una puntuación más baja puede indicar que es momento de considerar la eutanasia.
La escala de calidad de vida HHHHHMM:
Category | Puntuación (0–10) | Puntuación (0–10) |
Dolor | 0–10 | ¿Se maneja adecuadamente el dolor? ¿Se puede controlar con medicación o terapias? |
Hambre | 0–10 | ¿Está la mascota comiendo lo suficiente? ¿Se puede mantener la nutrición mediante estimulantes del apetito o alimentación asistida? |
Hidratación | 0–10 | ¿Está la mascota bebiendo lo suficiente? ¿Se puede manejar la hidratación mediante líquidos subcutáneos si es necesario? |
Higiene | 0–10 | ¿Puede la mascota mantenerse limpia? Si es incontinente, ¿se le mantiene seca y cómoda? |
Felicidad | 0–10 | ¿La mascota todavía disfruta de sus actividades favoritas, interactúa con la familia o muestra interés por su entorno? |
Movilidad | 0–10 | ¿Puede la mascota moverse por sí sola? ¿Necesita ayuda y, en caso afirmativo, es manejable? |
Más días buenos que malos | 0–10 | ¿Hay más días buenos que malos? Cuando los días malos superan a los buenos, puede ser el momento de decir adiós. |
Si la puntuación total es inferior a 35, puede indicar que la calidad de vida de la mascota está comprometida y que se debe considerar la eutanasia. Sin embargo, esto es subjetivo y puede variar de un animal a otro, y también de una persona a otra al asignar las puntuaciones.
Otra herramienta útil es el enfoque de las Cinco Cosas Favoritas. Escribe las cinco actividades favoritas de tu mascota, aquellas que más disfruta hacer. Si ya no puede disfrutar completamente al menos tres de ellas, puede ser una indicación de que su calidad de vida está disminuyendo más allá de lo que es justo para ella.
Planificación anticipada: Qué considerar antes de la cita
Tomar decisiones sobre el cuidado posterior mientras estás de luto puede ser abrumador, por lo que es mejor planificar con anticipación. Considera lo siguiente:
Entierro o Cremación: ¿Quieres llevar a tu mascota a casa para un entierro privado o prefieres la cremación? Muchas clínicas veterinarias trabajan con crematorios de mascotas para ofrecer opciones.
Cremación individual vs. cremación grupal: Con la cremación individual, tu mascota es cremado por separado y recibes sus cenizas. La cremación grupal es una opción más asequible, pero las cenizas no se devuelven a los dueños.
Consideraciones de costo: Pregunta a tu veterinario sobre el costo de la eutanasia y el cuidado posterior con antelación. Saber las tarifas por adelantado te permite gestionar el pago antes o después de la cita, evitando angustia en el momento.
Apoyo y transporte: ¿Cómo llegarás a casa? ¿Estarás emocionalmente bien para conducir? ¿Quieres que alguien te acompañe para apoyarte? Tener a un amigo o familiar de confianza allí puede ser útil.
Recuerdos: Si te gustaría tener un recordatorio físico de tu mascota, considera tomar un mechón de su pelaje o pedirle al veterinario que haga una huella de su pata utilizando un sello de tinta o arcilla. Algunas clínicas veterinarias ofrecen estos recuerdos como parte de sus servicios, así que pregunta con anticipación si es algo que te gustaría.
Tomar estas decisiones con anticipación te permite centrarte por completo en tu mascota en sus últimos momentos, sin el estrés adicional.

Mi experiencia personal: Garfield y Obi
Recientemente, tuve que tomar esta decisión dos veces en un corto período de tiempo, para ambos de mis chicos, Garfield y Obi-Wan Catnobi.
Garfield, a los 14 años, sufría de insuficiencia renal. Aunque siguió siendo el mismo de siempre, feliz, hasta su último día, su cuerpo ya había cedido. Ya no podía comer, había perdido mucho peso y se había vuelto confundido e intranquilo. La noche anterior, trató desesperadamente de encontrar agua en lugares en los que nunca antes había buscado: peceras, el inodoro, a pesar de tener agua fresca disponible en varios cuencos y una fuente de agua. Esa mañana, mientras estábamos sentados juntos en el jardín, nuestra maravillosa veterinaria me llamó para ofrecerme una cita más temprana, pero dije que no. Quería que Garfield disfrutara de un último momento bajo el sol, dejando que el calor empapara su barriguita dorada. Ya habíamos agotado todas las opciones, y era el momento.

Obi tenía solo 10 años, y solo lo habíamos conocido durante cuatro cortos meses. Antes de adoptarlo, le pedimos específicamente a su familia anterior que revisara su boca, ya que teníamos experiencia con problemas dentales en Garfield. Nos aseguraron que su boca estaba bien, que solo tenía "un poco de sarro" que se podría limpiar fácilmente. Caímos en la mentira, y cuando Obi llegó, quedó claro que algo no estaba bien. Desde el principio, estaba por debajo de su peso, babeaba, su pelaje estaba en muy mal estado, su aliento olía fatal y la mayoría de sus dientes estaban podridos. Después de varias cirugías, meses de antibióticos y antiinflamatorios, y una biopsia, descubrimos la dolorosa verdad: un carcinoma agresivo estaba destruyendo su cara. Rara vez mostraba dolor, siempre era cariñoso y afectuoso, pero el sufrimiento era innegable. Tomamos la desgarradora decisión de dejarlo ir.
Ambos chicos se quedaron dormidos en mis brazos, ronroneando mientras les besaba la cabeza por última vez. Fue lo más amable que pude hacer por ellos. Me costaba creer el peso del transportín vacío mientras volvía al coche.

Reflexiones finales
La eutanasia nunca es una decisión fácil, pero es un acto final de amor. Si te enfrentas a esta decisión, consuélate sabiendo que no estás solo. Habla con tu veterinario, evalúa la calidad de vida de tu mascota y confía en que estás tomando la decisión más compasiva.
Tu mascota ha sido tu compañera, tu amiga y tu familia. Te ha dado amor incondicional cada día de su vida. Lo mínimo que podemos hacer es asegurarnos de que, cuando llegue el momento, sus últimos momentos estén llenos de amor, calor y paz. Gracias por ponerlos primero y por tomar la decisión por ellos.
Por favor, sé amable contigo mismo y permítete tiempo y espacio para el duelo. Perder una mascota es similar a perder a una persona a quien amamos, y puedes sentir dolor durante mucho tiempo después. Permítete sentir, y por favor, habla con alguien si estás luchando para lidiar con tus emociones.
Quiero agradecer profundamente a mis maravillosas veterinarias, Susana y Alba, por su apoyo incondicional y por hacer que este proceso tan difícil fuera un poco más llevadero. Estuvieron a mi lado durante algunos de los momentos más difíciles, siempre con amabilidad y comprensión. Un agradecimiento muy especial a Susana por luchar tan duro por mis dos chicos, y a Alba por venir en su baja por maternidad para estar a mi lado mientras Garfi se despedía en paz. Os estaré eternamente agradecida por todo lo que habéis hecho por nosotros.
Comments